Un viaje único a través de rutas marinas y terrestres combinadas. Conducir a lo largo de esta carretera de ensueño es como caminar a través de una ventana planetaria: casi todos los accidentes geográficos de la Tierra ocurren a lo largo de su ruta.
En varias ocasiones es necesario utilizar barcazas para cruzar brazos de tranquilas aguas azules del Océano Pacífico, incorporando el mar a los bosques nativos de alerces milenarios.
A los asombrosos paisajes naturales se unen pueblos de pescadores y pequeños pueblos de montaña que siguen siendo mágicos.